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#ConDignidad – Día Internacional del Migrante

Hoy, 18 de diciembre es el Día Internacional del Migrante, establecido por la ONU hace ya más de una década.

En Asilim trabajamos enseñando español a migrantes de diferentes perfiles (solicitantes de asilo, inmigrantes económicos, refugiados) porque creemos en un mundo sin fronteras, integrador y no excluyente, donde los desplazamientos de sus individuos han de verse con naturalidad, y donde las lenguas compartidas son parte del proyecto común.

En 2017, el número de migrantes internacionales alcanzó la cifra de 258 millones. Mientras que muchas personas escogen voluntariamente migrar, otras muchas tienen que hacerlo por necesidad. Aproximadamente, hay 68 millones de personas desplazadas por la fuerza, entre los que se incluyen 25 millones de personas refugiadas, 3 millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de personas desplazadas internas. En 2010 las proyecciones para 2050 se cifraron en 405 millones de migrantes internacionales, y seguramente serán modificadas al alza.

A escala de política mundial, en la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes de 2016 se plasmó la intención de los Estados de elaborar un nuevo pacto mundial sobre migración, antes de finales de 2018. El denominado Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular logró finalmente el apoyo de 164 países, que el pasado lunes 10 de diciembre lo adoptaron en Marrakech, intentando cubrir todas las dimensiones de las migraciones internacionales. En las negociaciones han participado todos los Estados miembros de la ONU, excepto Estados Unidos. Otros países que no lo han suscrito son Hungría, Australia, Israel, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Austria, Suiza, Bulgaria, Letonia, Italia, Suiza y Chile. El acuerdo no es vinculante y deja claro que cada Estado es soberano para determinar sus propias políticas en este ámbito.

El pacto se estructura en torno a 23 grandes objetivos. Entre esas metas, hay algunas genéricas como la cooperación para abordar las causas que motivan la migración o mejorar las vías de migración legal. Pero también hay compromisos concretos, como medidas contra la trata y el tráfico de personas, evitar la separación de las familias, usar la detención de migrantes sólo como última opción o reconocer el derecho de los migrantes irregulares a recibir salud y educación en sus países de destino.

Los Estados se comprometen también a mejorar su cooperación a la hora de salvar vidas de migrantes durante sus viajes, con misiones de búsqueda y rescate, y garantizando que no se perseguirá legalmente a quien les dé apoyo de carácter «exclusivamente humanitario».

Además, los gobiernos prometen garantizar un regreso «seguro y digno» a los inmigrantes deportados y no expulsar a quienes se enfrentan a un «riesgo real y previsible» de muerte, tortura u otros tratos inhumanos.

Los países de origen deberán readmitir siempre a sus nacionales y ofrecerles documentación de identificación adecuado.

Durante el proceso de negociación se llevó a cabo un debate técnico que puede ayudar a derrumbar mitos muy importantes en el imaginario colectivo. Por ejemplo, la creencia de que la migración es un fenómeno del sur al norte, de países pobres hacia los ricos. “En realidad la mayor parte de la migración es sur-sur, intrarregional”, dice Gómez Camacho, embajador mexicano ante la ONU que ha liderado la negociación. “En América Latina un 60% de la migración se produce dentro de la región, en África es un 75%”, especifica. Otro mito es que los países de origen de los migrantes son los que se benefician más de su trabajo en el extranjero. “Los migrantes hacen una contribución económica extraordinaria en los países donde están trabajando. Las remesas, tan importantes como son para algunos países, solo representan un 15% de los ingresos del migrante; el otro 85% se queda en el país de destino”, aclara.

En el mundo, existen 250 millones de migrantes, que representan un 3,3% de la población mundial. Sin embargo, contribuyen un 9% del PIB mundial, con casi 7 trillones de dólares al año. “Los migrantes tienen que ser reconocidos no solo porque son seres humanos y sus derechos tienen que ser respetados en todas partes, sino porque además son contribuyentes centrales en el desarrollo internacional”, concluye.

En el Informe 2018 sobre las migraciones en el mundo que realiza la Oficina Internacional de las Migraciones de la ONU se señalan entre los beneficios que aportan los migrantes en el país de destino: aportan trabajadores a la economía y, como consecuencia, aumenta el producto interno bruto (PIB) del país de acogida, incrementa la oferta de mano de obra en sectores con escasez de trabajadores, ayuda a corregir los desequilibrios del mercado de trabajo, generando oportunidades de empleo para los trabajadores existentes. Además  la inmigración de trabajadores jóvenes  puede contribuir a reducir la presión sobre el sistema de pensiones de los países de ingresos altos cuyas poblaciones envejecen rápidamente. Por último, en contra de la percepción popular, un estudio reciente de la OCDE señala que los efectos fiscales netos de la inmigración —esto es, los impuestos que pagan los migrantes menos los beneficios y los servicios públicos que reciben— suelen ser muy reducidos y, en la mayoría de los países de la OCDE analizados en el estudio, generalmente positivos.

La migración, como cuestión de orden público y tema de interés periodístico, nunca  había ocupado una posición tan prominente para los gobiernos, los políticos y la opinión pública. No hay día en que los medios de comunicación no difundan  reportajes sobre diferentes aspectos de la migración, principalmente sobre los negativos. Los medios prácticamente no cuentan con filtro, y muchas veces la atención se centra mas en opiniones que en hechos. Es necesario que todos y todas reflexionemos sobre el modo en que se elaboran y producen los materiales que nutren las noticias.

En 2018, cerca de 3400 migrantes y refugiados han perdido la vida en todo el mundo. Por ese motivo, el tema de este año para la ONU es «Migración con dignidad».

“Tratar a los migrantes con dignidad es requisito indispensable a la hora de tratar la migración, debe ser el punto de partida. La migración es el gran asunto de nuestra era, se trata de una lucha por la dignidad porque permite que las personas elijan salvarse a sí mismas, les permite escoger formar parte y no aislarse. Debemos dignificar esas elecciones mostrando respeto, y la manera de hacerlo es tratarles con dignidad por haber tomado las decisiones que han tomado.”

En Asilim renovamos nuestro compromiso con la dignidad de los migrantes, proporcionándoles una enseñanza de calidad, y trabajando para su integración, tanto con la enseñanza de la lengua de convivencia como con las tutorías lingüísticas. Colabora con nosotros y nosotras, y ayúdanos a seguir creciendo.

 

 

 

Acerca de Asilim

Mi nacimiento formal como asociación sucedió en el año 2001. Desde entonces, trabajo principalmente en la enseñanza de español como lengua extranjera y en la integración de inmigrantes.

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